9 de febrero de 2023 In Blog

24 HORAS DE GUARDIA CON VICTIMAS DE VIOLENCIA DE GENERO

Para garantizar el Derecho de defensa a las víctimas de violencia de género existen abogados especializados y, asimismo, abogados pertenecientes al servicio del turno de oficio también especializados en violencia de género, repartidos por todo el país que hacen guardias de 24 horas y organizados por los Colegios de Abogacía.

El Colegio de Abogados de Zaragoza cuenta con 3 profesionales de guardia cada día de 14horas a 14horas.

Este es un relato de una de esas guardias:

Nada más comenzar con la sesión de guardia, a las 14 horas y 15 minutos recibí la llamada de la jefa del SAVID (Servicio de Asistencia para las Víctimas de Violencia de Género) para el primer aviso (previamente se había contactado telefónicamente con la presunta víctima para intentar tranquilizarla y quedar con ella para interponer la denuncia y explicarle el procedimiento).

Acudí a la comisaria de Policía Nacional y allí me esperaba junto con su hermana. Me presenté y la solicitante comenzó a narrarme los hechos:  venía sufriendo episodios de malos tratos físicos por parte de su actual pareja, dentro de los últimos dos meses; acaeciendo el último hecho hacía apenas dos días. Ya contaba con el informe de lesiones pertinente, emitido por el facultativo y su pareja, previa detención, estaba a la espera de ser puesto a disposición judicial.

Le informé de todos los Derechos que tenía como víctima de violencia de género y, también, de que yo sería su abogada a lo largo del todo el procedimiento. Aproveché para incidir en algunos aspectos de suma relevancia a partir de ese momento, tales como la toma de la denuncia por parte del agente y como habría de hacer la exposición de los hechos; además de informarle de la necesidad de solicitar una orden de protección (medida de alejamiento y prohibición de comunicación)

El agente le explicó el procedimiento de manera muy clara. María (por motivos de confidencialidad se utiliza un nombre ficticio) empezó a relatar los hechos de manera cronológica, empezando por el más reciente. El agente, siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de actuaciones, preguntó con mucha delicadeza si había sufrido maltrato psíquico, físico; si había sufrido agresiones sexuales; si había mantenido relaciones sexuales forzadas; si el presunto agresor consume algún tipo de sustancia estupefaciente; si tiene acceso y/o posee armas, etc, todo para recogerlo en la denuncia que formaría parte del atestado y, a su vez, pasaría al Juzgado de Violencia sobre la Mujer.

Una vez la denuncia estuvo completa, el agente pasó a solicitar la orden de protección completando el modelo de VioGen, en el que se reflejaría el riesgo para la víctima (pudiendo ser extremo, alto, medio y leve). María presentaba riesgo medio (recordar que su pareja estaba ya detenida); pero una vez puesto en libertad, ese riesgo podría pasar a ser alto.

María, entre lágrimas, terminó de poner su denuncia. Se va con su hermana a la espera del Juicio Rápido para el que fue citada al día siguiente, en el que se ratificaría su denuncia, se le tomaría declaración, se pondrían las medidas necesarias y se decidiría sobre la situación personal del presunto agresor; es decir, si ingresaría en prisión o, por el contrario, saldría en libertad sin fianza. Fue un día duro para ella.

17 horas y nuevo aviso: Manuela (nuevamente, por motivos de confidencialidad se utiliza un nombre ficticio) interpuso tiempo atrás una demanda de divorcio contra su marido y, hoy, han discutido por el régimen de visitas de los menores, fijadas en Auto de medidas provisionales.

 Acudí a la Comisaría: aparentemente Manuela estaba bien y me contó su historia. Al igual que con María, le expliqué detenidamente todo el proceso, resolviendo todas las dudas para, finalmente, decidir no denunciar.

21h y recibo otro aviso (esta vez de la Guardia Civil): Olga (nuevamente, por motivos de confidencialidad se utiliza un nombre ficticio) había discutido con su pareja y se han agredido mutuamente: ambos presentaban lesiones y partes que así lo acreditaban. No quieren declarar ni denunciar, por lo que ambos pasarían a disposición judicial en el Juzgado de Violencia de Género.

A la mañana siguiente quedé con María en el Juzgado de Violencia de Género. Vino acompañada por su hermana. En ningún momento vio ni fue vista por su pareja.  Le informé que su pareja quiso conformarse con la pena de 80 días de trabajos en beneficio a la comunidad, el pago de la responsabilidad civil y, por supuesto, la orden de alejamiento tanto de su domicilio como de su lugar de trabajo y lugares que frecuente; así como la prohibición de comunicarse por cualquier medio: teléfono, email, carta y RRSS (Whatssapp, Tik Tok, Facebook Instagram, etc) durante el tiempo de 1 año.

Aceptando ambos, se dictó Sentencia ese mismo día. María, visiblemente más tranquila, marchó a casa en compañía del agente que le fue designado para el seguimiento de su caso. Le recordé que cualquier duda o consulta, no dudase en llamarme.

Respecto a Olga, ambos pasaron a disposición judicial. Habiéndome reunido con el abogado contrario, ninguno de los dos quiso declarar ni denunciar, dictándose Auto de libertad y Auto de archivo provisional.

Salí del Juzgado de Violencia de Género a las 13 horas. Quedaba una hora de guardia, pero no recibí ningún aviso más. Fue una guardia mas o menos tranquila en la que mi compañero también tuvo otros 3 avisos, terminando dos de ellos en sede judicial.

El número de mujeres asesinadas por Violencia de Género en 2023 asciende a 6, 49 en 2022 y 1188 desde 2003 (fuente lamoncloa.gob.es).

 Tenemos que concienciar a la sociedad, en especial a los más jóvenes, sobre la Violencia de Género para poder luchar contra ello, siempre de la mano de grandes profesionales como lo son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los trabajadores sociales, médicos, peritos, psicólogos y, por supuesto, jueces, fiscales y abogados especializados.  

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